Praxis Vertebral Tibetana es un método manual para la columna vertebral, basado en una Técnica Oriental Tibetana milenaria. Un precursor llamado Yhom thanm Mnegom Po (médico y sacerdote) coincidió con la afirmación que luego hiciera Hipócrates (padre de la Medicina), aseverando que “en la columna vertebral se encontraba la raíz de casi todas las enfermedades”.
A través de este método manual y natural de manipulación de la columna vertebral, se previenen y tratan enfermedades articulares sin usar medicamentos.
Fundamentos
Son 33 las vértebras que conforman toda la columna. Por el interior de cada una transcurre la médula espinal formada por un cordón cilíndrico, donde pasan todos los impulsos nerviosos que conectan el cerebro con todo el cuerpo.
Todos estos nervios entran y salen en forma milimétrica a lo largo de toda la columna, para gobernar gran parte del funcionamiento de nuestro organismo. Levantar un brazo, doblar una rodilla o regular funciones digestivas, urinarias o respiratorias entre otras.
Cualquier mínimo desplazamiento de alguna vértebra producido por caídas, mala postura, o un movimiento inadecuado, puede traer trastornos en cualquier lugar del cuerpo, incluso a nivel psíquico o emocional.
Dolencias que trata
La Praxis Vertebral Tibetana para la columna, podrá ser aplicada eficazmente en distintas patologías como: Artrosis, lumbalgias, ciatalgias, hernias de disco, problemas cervicales, dolores de hombro, codos, caderas, rodillas y pies.
También nos permite intervenir ante otros síntomas y signos avisando que: “algo no anda bien en la columna”, como dolores de cabeza (cefaleas- migrañas), mareos, vértigos, adormecimientos, ardores o pinchazos en las manos o piernas, calambres nocturnos, zumbidos en los oídos, etc.
El Método
En la práctica se realizan manipulaciones (no masajes), no agresivas y armoniosas, para realinear cualquier desplazamiento vertebral tanto a nivel cervical, dorsal, lumbar o sacro.
Se busca ampliar y separar los espacios comprimidos o pinzados entre cada vértebra, para mejorar tanto la circulación como así también la normal conducción de los nervios emergentes.
Se consigue flexibilidad, alivio del dolor, recuperación de la postura erecta y tonicidad muscular. En la mayoría de los casos es posible observar notables mejorías desde la primera sesión.
Silvana M. Iriarte – Lic. Kinesióloga Fisiatra (U.B.A)